jueves, 11 de diciembre de 2014

Tu cuerpo SI es una máquina

Anotaba Descartes (maldito filósofo en mí) “Asumo que el cuerpo humano es una estatua, una máquina terrestre formada intencionalmente por Dios (...)”, y tenía razón. No se si respecto a que fuimos formados intencionalmente por dios, pero respecto a que somos una máquina estaba en lo cierto el francesito.

Esta entrada girará en torno a la idea de que nuestro cuerpo responde a lo que sea que queramos de él. Me refiero no a que si quisiéramos volar podríamos hacerlo pues nuestro cuerpo nos lo permitiría (la naturaleza y la evolución hallarían la forma), sino que me refiero en particular al tema del peso corporal.




Digamos que nunca fui un afiebrado del gimnasio ni mucho menos de cuidar los alimentos que consumía. Respecto a lo primero iba al gimnasio en época de vacaciones y alguna que otra vez me preocupaba por realizar ejercicio cardiovascular. Respecto a lo segundo, pues comía de todo y comía (ahora que lo veo en retrospectiva) muy mal, MUY MUY MAL. Grasas, azúcares, harinas, fritos y más fritos. comida chatarra y comidas rápidas eran el pan de cada día.

Hace cosa de cuatro años fui diagnosticado y operado de hernia inguinal y como producto de la operación se me prohibió realizar esfuerzos físicos por al menos un año. Pues en ese año me subí de peso y para diciembre de 2012 estaba en 91 kilogramos de peso. Ese año fui al médico por dolores que persistían en la zona de la hernia operada y de paso me mandaron con la nutricionista. Me dijo que tenía sobrepeso y me recomendó asistir al club de la obesidad. Esa fue la llamada de atención!!! Tócale el orgullo a un hombre y tendrás su atención, así que el 2 de enero del 2013 me puse manos a la obra.

Lo recomendado por la nutricionista, y que me ayudó bastante, fue:
1. Comer sin líquidos (jugo, agua, etc).
2. Masticar bien, en promedio comer debería tomarme de 15 a 20 minutos.
3. Cero azúcares.
4. No combinar carbohidratos con proteínas. Es decir, no podía comer carne y arroz, o pastas con pollo. En vez de eso comía arroz con granos, granos con carne pero nunca arroz y carne en una misma comida.

Pues la dieta me costó mucho, sobre todo porque me eliminó cualquier cantidad de comidas, aunque los sábados por la noche me permitía pecar. Salieron de mis platos fritos, grasas, azúcares, algunos lácteos y en vez de eso todo lo que dijera light o cosas vegetarianas entraron a mi menú. Pero la comida no era la única causante de mi sobrepeso, así que ese mismo 2 de enero, mientras algunos disfrutaban aún del fin de año, empecé en el gimnasio. Y fue justo ahí que confirmé el título de ésta entrada: empecé a tratar mi cuerpo como la máquina que es. Al principio 20 minutos en la elíptica se me hacían eternos, luego pasé a 30 minutos allí y de premio 10 en la bicicleta estática. En esas seguí hasta completar en cosa de un mes 40 minutos en elíptica y media hora en la bici estática. Para febrero ya había bajado algo más de 4 kilos y le tomé el gusto al asunto, pues mi cuerpo hacía lo que yo quería.

Continué todo el año 2013 bajando hasta llegar en diciembre de 2013 a 76 kilos. Con esfuerzo, sólo ejercicio cardiovascular, cuidando la alimentación y siguiendo lo que me recomendó la nutricionista logré lo que muchos COBARDES realizan con cirugía y procedimientos: bajar de peso al ritmo que yo quise. Si no eres capaz de disciplinarte para bajar de peso con esfuerzo, eres un COBARDE. No hay cosa que deteste más que escuchar a los que me han visto disminuir de peso preguntarme si fue con operación. Incluso, no me veía teniendo por pareja a alguien que pensaba operarse en vez de esforzarse.

Y pues tocó acostumbrarse a las preguntas de siempre: ¿eres tú? ¿qué te hiciste?. También tocó acostumbrarse a los comentarios habituales: antes estabas mejor, no entiendo porqué bajaste de peso, te ves demasiado flaco, se te fueron hasta las piernas. Increíblemente esas mismas personas que critican ese tipo de cosas, viven un calvario interno con su peso corporal más no tienen tu misma disciplina. Así que no dejes que te bajen el ánimo con ese tipo de comentarios, eso sólo significa que lo estás haciendo bien. Mejor dicho, lo estás haciendo mejor que ellos.

A lo largo de este 2014 cambié el entrenamiento pues decidí (partiendo del hecho de que, como he dicho antes, tu cuerpo es una máquina que responde a lo que tú le pidas) incrementar masa muscular. Empecé a consumir whey protein, probé varias y opté por las de muscletech. Primero la Platinum Iso Whey y luego opté por la que uso hasta el día de hoy Nitrotech. Fui probando distintas rutinas y empecé a leer mucho al respecto y a informarme, factor clave en realidad. En esto último ha sido clave leer mensualmente la revista Mens Health en Español. Empecé a creer que tenía un metabolismo afortunado, pues comía, tomaba cerveza y entrenabad sin subir de peso. Incluso creo que logré bajar así un kilo más hasta quedar en 75. Pero de 76 nunca subía, por más que me esforzaba un poco más que antes. Sólo veía un problema, a mayor esfuerzo mayor hambre, máquina al fin y al cabo. El apetito se me salió de las manos y la dieta peligraba. Leí y escuché de las proteínas de lenta absorción, así que compré una de muscletech llamada Phase 8, pues ya el hambre me despertaba en la noche y nada cambiaba. Al hablar con el proveedor de productos me dijo que mi problema era de alimentación. Hacía rutina para incrementar masa muscular pero comía como si estuviese en dieta. La solución, comer más.

Dígale a una persona que tenía sobrepeso y que adelgazó, que debe comer más y mire como lo mete en un problema. Obviamente uno queda con aquel temor de volver a subir de peso, así que una vez más estaba en el punto cero. Estuve subido y bajé, ahora estaba abajo y quería subir sin engordar. Pues una vez más tocaba variarle el plan a la máquina. Manos a la obra y el 25 de octubre lo primero que hice fue cambiar los ejercicios, pues algunas técnicas de definición muscular (casi todas relacionadas con crossfit) no sirven para nada. Hoy entiendo la bromas en los gimnasios para con la gente que hace crossfit, es perder el tiempo si quieres masa muscular.





Lo siguiente era comprender que para ganar masa muscular la rutina es: entrenar, comer y dormir. Comer mucho en realidad, comer bien y sin complejos ni temores. Así que incluí a los ya tradicionales huevos, atún y filetes de carne, mucha pasta, mucha batata, más vegetales, salmón y pavo. En un día de entrenamiento mi comida va más o menos así:

+ Entreno en ayunas a las cinco am (gracias a las vacaciones).
+ Proteína apenas llego a casa.
+ Desayuno: tres huevos con salchicha de pavo y Nestum o Avena en leche de soja.
+ Merienda: frutas o frutos secos.
+ Almuerzo: spaghetti con atún.
+ Merienda: batido de nestum o ensure con bluberries o fresas o ambas.
+ Cena: salmón con arroz y medio aguacate.
+ Merienda: sandwich de jamón de pavo.
+ Antes de dormir: batido de caseína

Mes y medio después mi cuerpo ha vuelto a cambiar y se observan los resultados, además ya estoy en 80 kilogramos de peso corporal. Así que subí justo como me lo he propuesto, sin errores. Y precisamente de esto va esta entrada en el blog: el sobrepeso, la bajada de peso y la nueva subida han sido por tratar a mi cuerpo como la máquina que es. La descuidé y me subí de peso, la cuidé y bajé de peso, ahora le ordené subir con unas condiciones y ahí va. No necesitas operarte, no necesitas pastillas ni productos milagrosos. Sólo necesitas mucha disciplina, aprender a soportar el dolor, mejorar tus hábitos alimenticios, constancia, dedicación, buena música en el gimnasio (este es el milagro silencioso y mi recomendación principal a la hora de entrenar) y entender que lo que tienes por cuerpo es una máquina, como una estufa, un televisor, un celular. Y que esa máquina hará lo que sea que tú le ordenes, así que enfocate.

martes, 26 de agosto de 2014

BRINDAR CONSEJOS … ¿PARA QUÉ?


La amistad es un valor muy útil y muy difícil en estos días. Vamos por la vida rodeados de conocidos, sumergidos en enemigos, pero muy escasos de amigos. Se espera de un amigo lealtad, acciones desinteresadas, comprensión, alguien que te escuche con más confianza incluso que un familiar directo. Quién busca una amistad busca una mano amiga, una voz de aliento en los momentos difíciles. No sabe que busca una aguja en un pajar, quizás la encuentre pero de seguro tropezará antes de salir del pajar y la perderá.

Ese rol de ser la voz de aliento es lo que me desagrada de ser amigo de cualquier persona, soy muy realista y pragmático como para ver la vida color de rosa. No es que se me imposibilite el brindar amistad, es que no tengo tiempo para mis viejos amigos ni para hacer nuevos amigos, además de que mi criterio de amistad siempre difiere en el mismo punto: brindar un buen consejo cuando mi amigo así lo requiera.

Como amigo ofrezco casi lo mismo que ofrece cualquier amigo: podemos divertirnos juntos, podemos celebrar juntos casi cualquier cosa, mi casa es tu casa, pero no me pidas alguna de estas dos cosas: dejarte jugar con mi pS4 (OLVÍDALO) y verte en una situación que te genera algún daño o sufrimiento sin criticarte por tomas malas decisiones o no leer bien las situaciones en vez de darte un buen consejo. Y lo del PS4 es en serio.

Siempre he creído que mi capacidad de leer situaciones y personas ha sido una habilidad muy peculiar en mí, pues me ayuda a anticiparme a las situaciones o reaccionar sin titubeos ante las adversidades de cualquier tipo. Y como cualquiera que es muy bueno en algo, no soporto ver que un amigo (cuando digo amigo me refiero a hombres y mujeres por igual) se equivoque en eso que es mi fuerte. Asumo que de tanto verme manejar todo tipo de situaciones mi amigo casi que se ha autotransferido parte de esas habilidades mías. Y me decepciona mucho el notar que en la mayoría de los casos no es así.

Vayamos al ejemplo más común: problemas amorosos (que pinche suerte que todos mis ejemplos siempre involucran a mi o a alguien más enamorado, pero creo que esos se dejan entender más fácilmente). Cuando un amigo tiene un problema con su pareja y vienen buscando un consejo de mi parte, básicamente siempre obtienen lo mismo: la expresión “estás bien jodido”. Le agrego, además, toda la lista de señales por las cuales yo sabía que eso le iba a pasar y le recalco la ausencia de claridad para no ver venir la inconsistencia, y le adiciono mi cara de desaprobación (estilo Sheldon Cooper).




Básicamente odio dar consejos por dos razones muy claras: no importa lo que aconsejes nunca te harán caso y porque uno nunca está en los zapatos de la otra persona como para tener un consejo que darle. Quizás uno podría emitir un juicio personal al respecto, pero eso dista mucho de un consejo. Dar un consejo implicaría vivir la situación exactamente de la misma forma en que la persona que lo solicita la vivió, padecer el mismo sufrimiento que ella, gozar de la misma forma que ella lo hizo. Es como querer estar en los zapatos de otra persona, y siendo esa idea husserliana (un concepto filosófico para  darle un aire hípster a esta entrada en el blog) imposible pues es mejor no perder el tiempo tratando de dar consejos.

Un buen amigo debe indicarte en que fallaste antes que darte palabras de aliento, decirte lo que te tenga que decir para abrirte los ojos antes que venderte una fantasía, decirte que estás jodido antes que decirte “tranquilo, ya saldrás de esta”. Pues quizás no estés de acuerdo con mi apreciación de lo que es la amistad, pero bueno, es mi apreciación, mi entrada y mi blog amigo.


“Amigos, no hay amigos” – Aristóteles (según Diógenes).

miércoles, 16 de abril de 2014


¿CÓMO EVITAR ENAMORARTE DE TU MEJOR AMIGA?


Y bueno después de una prolongada pausa, acá estoy de nuevo. Tenía tiempo sin escribir y lo extrañaba, me refiero a escribir sin que se conjugaran mis intereses personales con mis obligaciones laborales. Por eso me gusta tanto escribir en este blog, lo hago cuando quiero, como quiero y para quién quiera leerlo. Escribir tiene su ritmo, es un proceso demasiado personal como para que intervengan obligaciones en ello. Daniel Samper lo sintetizó muy bien al retirarse: "ahora escribiré cuando me de la gana". Y pues acá voy.


Una amiga es un, según la RAE, una persona por la que sentimos amistad. Aristóteles decía de los amigos que no existían (incluso se lo manifestó así en una reunión a sus amigos). Pero yo me refiero a una amiga en el contexto masculino. ¿Qué es una amiga para un hombre? Un raro espécimen, una entidad extraña, un ser casi anormal. No lo digo por menospreciar a las mujeres, son seres  maravillosos, pero los hombres rara vez tenemos amigas.


Cuando digo que los hombres rara vez tenemos amigas, me refiero a que usualmente los hombres dividimos las mujeres que conocemos en dos grupos: las que nos gustan y quisiéramos intentar algo con ellas y las que no nos gustan y rara vez volvemos a ver (salvo obligaciones ajenas a nuestra voluntad). Bueno hay un grupo que contiene categorías intermedias como: mujeres que no me gustan pero debo tratar, mujeres amigas de la que me gusta, entre otras. Pero estas categorías intermedias no son las que concentran mi atención en el presente escrito.


Rara vez aparece una que otra mujer que logra colarse en una zona intermedia entre estos dos grupos, usualmente son mujeres que le han gustado a uno (jamás, JAMÁS ex novias) y que por alguna u otra razón nunca pasó nada entre ambos. El gusto no se fue, simplemente se inactiva. Y esas extrañas mujeres se convierten en nuestras amigas. Son mujeres con las que desarrollamos un nivel de confianza tan cuasi-perfecto que las valoramos mucho. Por eso mujer, cuando un hombre te considera su amiga has logrado algo muy importante. Pero si eres su mejor amiga, es casi un premio nobel de amistad.


Sin embargo, como dije anteriormente, esa mujer no dejó de gustarte, simplemente inactivaste el gusto. Por eso realizo esta entrada en mi blog para mostrarte amigo, qué debes hacer para evitar reactivar ese gusto por tu amiga y no perder una persona muy valiosa en tu vida. Si en la película ¿Cómo perder a un hombre en diez días? muestran las cosas que hace una mujer y que las lleva a perder a su pareja, yo creo que existen algunas pautas a seguir para evitar enamorarte de tu mejor amiga.


Es tu mejor amiga porque compartes muchas cosas con ella, tienen gustos muy parecidos, en lo que no coinciden acabas siendo muy tolerante con ella, siempre está ahí para ti y tú para ella, salen juntos (sin aparente tensión sexual de por medio), hablan todo el día por cualquier medio, la acompañas en su desastres amorosos y ella en los tuyos y casi siempre tu novia del momento desconfía de ella, igual que el novio del momento de ella desconfía de ti. Recuerda, un hombre con una mejor amiga va en contra de la naturaleza masculina, por eso la desconfianza de las parejas de cada uno.


Pero precisamente esa compatibilidad en todo, ese nivel de confianza, acaban siendo un auto disparo a tu propio pie. En algún punto, usualmente cuando ambos coinciden en soltería, empiezas a pensar: ¿por qué no lo intento con ella?. Amigo mío, NO LO HAGAS! Recuerda lo mucho que te tomó llegar a ese nivel de confianza, recuerda que tus relaciones siempre acaban contigo alejado de tu ex, recuerda que es tu mejor amiga. Así que comparto contigo, mi querido amigo unas pautas para evitar que pierdas a tu mejor amiga enamorándote de ella.


1. Evita hablar con ella todo el día: ¿recuerdas como con tus parejas acabas hablando todo el día, y llega un punto en el que ya no soportas el estar tan encima el uno del otro, e incluso llegan a ese punto en el que ya no sabes ni de qué hablar? Ahora recuerda tus conversaciones interminables con tu mejor amiga, donde hablan absolutamente de todo: desde los temas más serios hasta las trivialidades más corrientes. Ahora compara. Obvio la conversación fluye más con tu mejor amiga porque no hay presión de por medio. Incluso tengo una amiga con quién de las 24 horas del día, hablamos alrededor de 12 de ellas. Y cuando no, no pasa nada. Por eso la aprecio tanto.


2. Traza un límite en cuanto a las relaciones pasadas: ¿recuerdas esa rabia que te da cuando te pareja te habla de sus anteriores relaciones, pero que por prudencia no le dices nada por llevar la fiesta en paz? Ahora recuerda las veces en que tu mejor amiga te cuenta de sus relaciones y con toda libertad puedes decirle que te deje de hablar tanto de su novio o quejarse de su ex. Es la confianza y la falta de presión lo que te permite expresarte libremente con ella. Por eso a mi mejor amiga no la dejo que me cuente de sus ex parejas, odio que una persona tan valiosa haya acabado enredada con tipos tan imbéciles que sólo han hecho sufrir a un gran ser humano, y luego me toca a mi ser su pañuelo de lágrimas y su apoyo en momentos difíciles, si bien le advertí todo el tiempo que no se metiera con el tipo para que no saliera lastimada.


3. Evita salir de rumba con ella: ¿recuerdas como cada salida con tu pareja es un problema, pues muchas veces acabas en sitios que no te gustan pero a ella si, con gente que no te agrada pero que son sus amigos? Ahora recuerda como con tu mejor amiga puedes ir donde sea, porque ella coincide contigo en lo que te gusta y usualmente, al no haber presión de pareja de por medio entre ambos, acaban en sitios donde los dos se sienten muy cómodos, y con gente que conocen ambos, pues comparten amigos, o incluso sólo ambos (pues la tensión sexual está inactiva). Por eso adoro a mi mejor amiga, compartimos tantos gustos que cuando salimos siempre resulta divertido, sin importar el lugar, el ambiente o como acabe la noche. Ella es increíble por eso.


4. Procura no comer junto a ella: ¿recuerdas como salir a comer con tu novia es toda una aventura, pues ella nunca sabe que quiere y cuando sabe que quiere, tienes que comer en el mismo sitio donde venden lo que a ella le gusta pues la idea es comer juntos? Es decir, tu novia no concibe que coman en sitios separados. ¿recuerdas lo complicado que es cocinar para ella, pues antes debes hacerle un cuestionario acerca de qué no come, cómo se come lo que le gusta, entre otras? Ahora recuerda como con tu mejor amiga puede ella comer donde le gusta, tú acompañarla y luego ella te acompaña a comer donde a ti te gusta, sin la necesidad de que ambos tengan que comer en el mismo sitio. Obvio gracias a que no existe presión de pareja. Incluso cuando la invitas a comer, ella o se come lo que preparas o simplemente deja a un lado lo que no le gusta sin armar un show o escándalo porque, quizás, hayas cocinado de más aquellas pastas que con amor le preparaste (como sucede con tu novia). Por eso invitar a comer a mi mejor amiga es un lujo, esa mujer no molesta y come casi de todo. Es perfecta en este sentido, igual que en los anteriores.


Viéndolo bien, creo que me he enamorado de mi mejor amiga! Que tonto soy.


P.S. Ojalá ella no lea esto.